Mil nubes que observar se atreven a nacer cada día en el cielo, millones de estrellas nos esperan para ser descubiertas, y cientos de pensamientos viajan por aquí, esperando que tú los leas y dejes tu huella en cada uno de ellos, siempre será bien recibida. Así que no esperes más, y entra en mi pequeña parte de cielo, que no tiene límites.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Para siempre es sólo una palabra.

Miedo. Miedo a dar un paso más y que no sea el correcto. Miedo a intentarlo y no saber como continuar. Miedo a descubrir una verdad diferente. Miedo a lo desconocido. Miedo a ti.
¿Después de todo, cómo no iba a tener miedo?
Todas sus ilusiones habían quedado rotas por una foto.
Pero era de esperar, todo había pasado tan deprisa que ni ella misma se había parado a pensar un instante en la realidad. Simplemente se había dejado llevar por la mítica frase "Los polos opuestos se atraen".
Chico conoce chica, chico se enamora de chica, chica cae en sus redes y todos felices y a comer perdices. Pero estaba claro que algo fallaba ahí, las perdices solo se comen en los cuentos, y esta vez no iba a ser diferente.
Ese chico rubio de ojos azules tan perfecto jamás se habría fijado en alguien como ella, típica chica de ojos marrones y de mirada tímida. Pero pasó, en un fin de semana Rob había tenido tiempo de sobra para enamorar a aquella chica, aun sabiendo que no se volverían a ver hasta dentro de cinco meses. Conversaciones hasta las tantas de la madrugada, piropos que provocaban sonrisas en ambos y planes de un futuro que nunca ocurriría.
Ella tan incrédula, simplemente se ilusionaba e imaginaba la siguiente quedada. Él simplemente no la esperaría cinco meses.
Comenzó a no responder los mensajes y semanas después, Emily vió esa foto. Él con otra. Otra a la que le habría dicho las mismas cosas que a ella, otra más en su lista. El mundo se le vino encima, sentía rabia, pues la habían engañado como a una tonta, y ella no lo era. Pero a la vez sentía pena, por lo que no podrían llegar a tener.
Cada vez que veía esa foto tenia ganas de insultarle y no volverle a ver jamás, pero lo peor es que, por dentro, ella seguía deseando que fuera todo una amarga pesadilla, y todo continuara igual.
Le asustaban sus sentimientos, tenia miedo de equivocarse si al volver a verse seguía queriendo abrazarle y besarle, pero quizás, simplemente, todo había pasado porque eran polos demasiado opuestos como para atraerse, y ese fundamento era solamente una absurda ley de la química.



jueves, 22 de noviembre de 2012

What doesn't kill you makes you stronger.

Ya era oficial, su aroma había desaparecido de esa casa. Esa habitación que permanecía cerrada cada día por su alto olor a alcohol y tabaco donde sólo él entraba, hoy permanecía abierta, pero sin nadie que rompiera su silencio habitual. Hacían ya tres meses de su partida con apenas una maleta en la mano con la ropa necesaria para todo un verano sin regresar, de esa partida que fue el comienzo de la decisión más importante de su vida, el inicio de la separación de esa familia.
Pero ya había acabado el verano, y comenzaba a refrescar, él necesitaba algo de ropa de abrigo, y ella no tenía ganas de que volviera a subir a casa, así que, irrumpiendo el silencio de aquella habitación comenzó a vaciar armarios, cajones y meter todo su contenido en bolsas para, más tarde, dárselas a él. Pero esa cajita verde de joyería de encima de la mesita de noche hizo que se detuviera, que la cogiera entre sus manos y que, al abrirla, abriera paso a todos esos recuerdos que llevaban tres meses bajo llave. En ella se encontraba esa cadena de plata que él nunca se quitaba hasta que la cambió por un cordón de oro que le regalaron, esa cadena tenía algo especial, de ella colgaban dos medallitas, una en la que se veía escrito un "tu y yo" desde hacía 18 años, y otra en la que ponía el nombre de su pequeña y la fecha de su nacimiento.
Demasiados recuerdos en muy poco tiempo desencadenaron una lluvia de lágrimas por parte de la mujer, habían habido malos momentos, pero demasiados buenos como para olvidarlo todo tan pronto.
Un final no siempre tiene que ser triste, y ella sabía que este no era su final, solo un amargo continuará, y cerrando la cajita, la metió en otra bolsa, sabiendo que los recuerdos no se irían dentro de ella, pero que también le llegarían a él cuando la abriera.



Pd 1: Yo he visto a esa mujer llorar por ese hombre sin que él se lo merezca, ella conseguirá lo que se proponga y vivirá feliz con su hija, él continuará el camino de su vida junto a otra mujer, pero nunca le será fácil olvidarse de su primer amor de verdad.

Pd 2: Mis pequeños seguidores, siento muchísimo haber estado desconectada durante un mes de todo esto, la verdad lo echaba de menos, y estoy segura de que no volverá a pasar tanto tiempo hasta la próxima entrada que publique. ¡Ya somos 14! Nunca pensé que conseguiría seguidores a los que les gustara leer cada una de mis entradas y opinaran sobre ellas, para mí es muy importante y os lo agradezco muchísimo. Un besito para todos y feliz final de semana, que ya no queda nada. 


sábado, 13 de octubre de 2012

It's too cold outside for angels to fly.

El ruido de los patines al rozar la carretera le relajaba, le encantaba mirar como las cuatro ruedas de cada patín se compenetraban y permitían deslizarse a quien los llevara puestos.
Cada domingo por la mañana se levantaba temprano y con una mochila a la espalda caminaba hasta llegar al puerto, allí cerraban una calle totalmente lisa, casi sin piedras ni rampas. Habían cinco bancos color caoba, con vistas al mar, y ella siempre se sentaba en el último, pero no para observar el dorado color del sol reflejado en el mar, sino para admirar a todos esos jóvenes que decidían pasar una mañana entre ruedas.
A media mañana, de su mochila siempre sacaba una pequeña botella de agua y dejaba que sus patines inspiraran el olor a salitre, pero nunca se atrevía a montarse en ellos.  Y así pasaba sus largas mañanas de domingo, aunque a ella le parecieran unas pocas horas.
En realidad ella no quería limitarse solamente a observar, ella quería sentir el viento matutino en su liso cabello, y sentir como sus piernas impulsaban toda esa fila de ruedas haciendo que ella se deslizara de un sitio a otro, pero no se atrevía. Una mañana de diciembre, de esas de frío invernal, nadie acudió a esa cita, nadie iba a destrozar hoy ese suelo, quizás el frío había ganado la batalla de este domingo porque
 nadie se atrevía a luchar contra él.
Así que animándose a sí misma decidió calzarse esos patines que tantos trucos habían observado desde el quinto banco, ponerse en pie con ellos y desafiar al frío. Y es esa sensación de libertad que sintió, la que no le dejó nunca más quedarse observando detrás de la gente, y comenzar a vivir sus propios pasos, que muchos ya antes habían pisado, pero que cada una de sus ruedas los hacia de nuevo únicos.


jueves, 4 de octubre de 2012

Ha llegado tu hora.

Desde su habitación puede notar como se tensa el ambiente y la tonalidad de sus voces aumenta. De nuevo él comienza a gritar a su esposa, sin motivo aparente, al parecer ya como costumbre casi diaria.
La niña, sabe lo que está pasando, lo ha vivido demasiadas veces, coge sus cascos, enciende su música y atrapada en su habitación intenta evadirse del problema, como su madre tantas veces le ha dicho. La niña, ha crecido entre esos gritos, no conoce otra forma de familia. A
pesar de que hoy cumpla los dieciséis, su corazón nunca ha contado todo lo que ha vivido, y tiene demasiadas preguntas sin respuesta y demasiado dolor acumulado.
Los gritos del hombre se elevan y elevan hasta la categoría de insulto, con la finalidad de dejar la mente de la mujer destrozada de nuevo. Pero hoy la música no consigue ahuyentar esas palabras llenas de superioridad, y a cada una que escucha su rabia va creciendo y creciendo. Siempre ha acabado como una discusión más, pero hoy parece que él se ha propuesto arrasar como un tornado sin dejar ningún motivo por el que su mujer pueda seguir sonriendo y, de repente lo hace, como un único aplauso suena, y un silencio solamente acompañado por un llanto  es lo que queda.
Era la gota que faltaba para que el vaso de la niña se derramara, tira sus cascos al suelo y con una fuerza de mujer sale de su habitación dispuesta a todo.
Encuentra a su querida madre tirada en el suelo, llorando, con la nariz sangrando, y en frente de ella, una silueta llena de orgullo con la mano levantada, la pequeña no piensa y se tira encima de él, no consigue mucho, tan sólo apartarlo, pero suficiente como para poder explicarle de un grito que no volverá a tocarla y que ni se le ocurra seguirlas, algo que debería haber hecho hace mucho tiempo. Ayuda a su madre a levantarse y juntas salen de casa, apoyándose la una en la otra, sin mirar atrás, confiando en que cualquier otro sitio será mejor que este.
Esa niña, que nunca había destacado por nada y se había limitado a esconderse de su propia realidad, hoy ha conseguido enfrentarse al mundo, y comenzar su vida, esa niña dejó de serlo hace mucho tiempo, y hoy ha conseguido demostrárselo al mundo y a ella misma. Hoy sabe de lo que es capaz y que nadie volverá a cambiar su sonrisa, que nadie volverá a decidir su futuro por ella, hoy sabe que ya es una mujer.




miércoles, 19 de septiembre de 2012

El final deseado.

-Si te molesta, lo siento, pero si no tengo sentimientos para mi hoy, menos los tengo para ti.
Cuelga el teléfono y una sonrisa malvada es lo único que se atisba en su cara, ya era hora, y hoy no tiene un buen día como para seguir fingiendo.
Esta harta de todo, harta de estos jodidos días en los que nada sale bien, harta de que su familia le pregunte que tal ha ido el día, porque si les dice que mal le espera un sermón, harta de no poder gritar y correr para soltarlo todo, y harta de no haber un puto sitio en el que estar ella y sus pensamientos.
Desconecta el cable del teléfono, se acerca a los altavoces y les sube el volumen lo más alto que puede, ahora no tiene ganas de llorar, ese momento ha pasado, la música siempre le da esas fuerzas que necesita, aunque quizás hoy eso no era lo mejor.
Se tira al suelo, intentando que con el volumen de la música no tengan ni hueco sus pensamientos, necesita relajarse, pero un toque en la puerta de sus vecinos le hace despertar de nuevo, sabe que aquí nadie le dejara nunca estar sola cuando lo necesita y esa pena convertida en rabia extrema, ahora solo le permite abrir la puerta de cristal del balcón, y subirse a lo único que le separaba de acabar ya con todo, una última bocanada de este asqueroso aire es su ansioso y deseado adiós a todo, "ahí te quedas mundo, disfruta de lo poco que te queda".
Y ya no siente, ya no piensa, ya no volverá a ver ese mar infinito ni esos amaneceres color anaranjado, pero ya no importa, deseaba que todo acabara, y hoy parecía que todo estuviera en el lugar indicado para conseguirlo.



domingo, 16 de septiembre de 2012

Imposible.

Antes del verano pensaba que seria imposible olvidarte, aunque lo deseaba con todas mis fuerzas, deseaba levantarme y no alegrarme de venir al colegio sólo por verte, quería no buscar tu mirada a cada minuto que pasaba en la clase de historia, y anhelaba hablarte sin ponerme nerviosa y que no me empezara a temblar todo el cuerpo.
Pasados tres meses creo que te he olvidado,que he conseguido mi objetivo, o al menos ya no pensar en ti cada momento del día, no hacerte tres visitas diarias para saber a que hora te conectas, o no mirar tus fotos cada cinco minutos por si subías una nueva; puede que más bien lo creía, porque hoy has decidido saludarme de nuevo, escribir un hola en tu ordenador y pulsar la tecla enviar, y que tu palabra apareciera en mi pantalla como una novedad importante. Ahí me he dado cuenta de que no había sido yo la que te había saludado, que esta vez no había estado pendiente de cuando te conectabas para comenzar yo con mi holacaritasonriente, que había empezado a olvidarte, pero ya no quiero eso, me da igual que aparezcas cien veces cada día en mis pensamientos, de hecho lo echo de menos, necesito entrar a Facebook y buscarte, ver una película de amor y pensar que algún día la veremos juntos y abrazados, necesito que mi mente no te olvide, te necesito a ti.

No soporto la idea de que desaparezcas al fin para mi, porque te quiero a mi lado.



Pd: Sólo espero verte en el colegio y que una manada de mariposas aparezca en mi estómago y celebren una fiesta en tu honor, porque ya no puedo olvidarte, no quiero olvidarte.



lunes, 10 de septiembre de 2012

Deja de pensar y disfruta.

Quizás hoy no es el día, quizás ahora no es el momento, quizás aquí no es el lugar, o simplemente quizás debería dejarse llevar.
Levanta la mirada, y observa una fotografía tomada a los pájaros más coloridos que jamás había visto, volando  sin preocupaciones, después de haber recorrido miles de kilómetros huyendo del invierno, del frío, de la oscuridad. Se para a pensar dos segundos, y puede que al fin y al cabo ella no sea tan diferente de esos pájaros, cree que es una persona libre ya que tiene la mayoría de edad cumplida y su propia vivienda, pero en realidad se da cuenta de que siempre ha estado huyendo, de pequeña le aterraban los posibles monstruos que vivían en el fondo de su armario, hasta que descubrió que la verdadera maldad convive con ella fuera de las cuatro paredes de su habitación. Huye de un posible rechazo laboral, un despido o una simple bronca de su jefe.
Y huye de ese momento que está viviendo ahora, ese momento en el que sus ojos están clavados en los de él, en el que la mano de él comienza a recorrer cada parte de su cuerpo, y en el que sus labios se juntan deseando no separarse nunca. Ese momento que tanto había imaginado y en tantas películas había visto, ese momento que tantas dudas le causaba, había llegado, y es ahora, su cuerpo está en esa cama, pero su cabeza parece encontrarse a demasiados kilómetros como para darse cuenta de la situación.
Todos esos pensamientos recorren su mente en milésimas de segundo, y con un único objetivo, confundirla de lo que ella quiere, confundirla de sus opiniones, confundirla de... "te quiero", y todo se esfuma, es esa voz grave y perfecta que a él le caracteriza la que hace que su mente se quede en blanco, y por un instante no siente que deba seguir huyendo, por un instante decide dejarse llevar y responder esas palabras con un beso porque la voz no tiene fuerzas para salir,  por un instante disfruta del momento, y entre las sabanas se quedan esos miedos que siempre le habían perseguido junto con el aroma de la felicidad en cada caricia.
Quizás si era el momento, quizás ya estaba preparada para al fin volar del nido y dejarlo atrás.



miércoles, 29 de agosto de 2012

Recuerdos.

Recuerdos. Que palabra tan asombrosa. Simple pero determina millones de momentos. Es amplia. Es toda una vida. Es necesaria. Los dolorosos nunca se borran. Los felices se quedan en última fila. Los recientes no paran quietos. Los antiguos apenas los encuentras de nuevo. Algunos los romperías en mil pedazos. Otros los guardarías como oro en paño. Otros muchos simplemente estarían ahí. Cada día se acumulan nuevos. Cada día se borran unos pocos. Existen en blanco y negro. Salen a la luz a todo color. Sobreviven si los alimentas con odio o amor. Se eliminan sin necesidad de fuego. Te atacan cuando estás débil. Te ayudan cuando no puedes más. Te hacen sonreír cuando lo necesitas. Te acompañan cuando viajas solo. Reales o no siempre están ahí. Recorren millones de kilómetros en tu cabeza. Viajan a gran velocidad. Se asoman sin avisar. Sin permiso te hacen daño. Como si nada se van. Miles y miles existen. Millones y millones se acumulan. Infinitos no perduran. Unos cuantos se establecen.  Son abstractos. No tienen forma definida. No se ven. Pero siempre los encontrarás. Modifican tu estado de ánimo. Te hacen ser como eres. Te identifican. Son intransferibles. Son tuyos. Son secretos. Nunca ven la luz del sol. Pero te hacen verla a ti. Recuerdos. Que palabra tan asombrosa. Imposibles de frenar. Únicos para conservar.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Sólo cierra los ojos.

Y entre gritos y gritos alguien consigue evadirse del lugar y entrar en otro mundo solamente suyo. Nadie se da cuenta de ese detalle, alguien que pasaría desapercibido en una clase de pocas personas, aquí no iba a ser diferente. Él continua absorto en esa sala, pero a la vez en un lugar mucho más lejano... Sólo una persona se da cuenta, solo una persona atisba que él ya no esta escuchando, que probablemente le esté dando vueltas a sus problemas por la cara pensativa que tiene y no tenga una vida normal del todo feliz...
Esa chica de largos cabellos rojizos y ondulados, con unos ojos en los que te puedes sumergir infinitas horas, y con una silueta perfecta, esa que nunca pasa desapercibida por cualquiera de sus perfectas cualidades, es la única que se ha dado cuenta de que ese hombre necesita que alguien le de un abrazo o le diga un simple ''estoy contigo''.
Su mirada continua perdida, pero poco a poco su expresión se va forzando, sus ojos se entrecierran dejando ver un odio acumulado que sus manos están pagando, apretando sus largas y descuidadas uñas cada vez más fuerte contra su fina palma de la mano. Sus dientes comienzan a morderse el labio y sin darse cuenta, una lágrima decide recorrer su pálida tez sin avisar.
La chica, que lo ha observado todo con detenimiento, decide escribir algo en un papel, y al pasar por delante de él decide dejar escapar ese papel hasta que cae al suelo.
Y solamente el ruido de sus finos tacones consigue sacarle de su mundo de desesperación, y conseguir que se agache a recogerlo, y cuando está a punto de gritar se te ha caído, se da cuenta de que pone:
''Todo tiene solución, a las cinco en el Starbucks de la plaza''
Y todo cambia, una sensación le recorre el cuerpo desde la punta de los dedos hasta el último pelo de su cabeza, aunque no sabe si acudir a esa cita o no, un escalofrío en su interior le empuja a aceptar esa oferta que por un momento, y desde hace dos años, es lo único que le ha logrado sacar una sonrisa y un atisbo de esperanza en su mirada.



sábado, 11 de agosto de 2012

Sueños ahogados


A veces soy como el simple sonido de esos fuegos artificiales, el que nadie se para a escuchar y solamente se detienen a observar la luz y los colores de éstos. 
Simplemente observan la belleza exterior sin pararse a escuchar, oyendo un estruendo que pocas personas saben que en realidad es más que un grito ahogado, a veces llega a ser un gran monólogo en el que nadie quiere intervenir, en el que prefieren taparse los oídos porque creen que no llega a más que un gran ruido, pero si se parasen un simple segundo escucharían algo más, algo parecido a una petición de ayuda de ese agujero del que nunca saldré si sólo miran a esos bonitos colores.


martes, 24 de julio de 2012

Cada recuerdo cuenta

Mi mente funciona con rapidez, acelerando cada vez más deprisa buscando la mejor de tus sonrisas, repasando cada momento juntos, cada tontería dicha, cada empujón cariñoso... Mi cerebro analiza cada recuerdo que tenga un atisbo de felicidad porque está seguro de que en ese momento estuve contigo, que en ese momento hablé contigo y tu fotografía se quedó grabada en mi mente.
Todo me recuerda a ti, cada paso, cada cartel, cada pareja de novios, porque entre tanta gente solo te busco a ti, busco que tus ojos se encuentren con los míos y con esa mirada y una sonrisa nos digamos mas cosas que con mil palabras.
Ya no eres una ilusión, eres una necesidad, necesito verte, abrazarte, sentir que soy especial para ti y que tu lo eres para mi... TE ECHO DE MENOS.



lunes, 16 de julio de 2012

Construyamos un futuro juntos...

Construyamos un castillo, un lugar donde escondernos de los malos pensamientos y aislarnos de las cotillas miradas, donde solos tu y yo podamos coger el tiempo y acomodarlo a nosotros, para que dure eternamente.
Ahora formemos nuestro castillo con arena, así nos recordará las tardes que pasamos paseando por la playa bajo el sol, éramos dos almas sin un objetivo, con solo ganas de reír y disfrutar.
Rellenemos nuestro castillo con trocitos de cielo, aquel que nos observó mientras bailábamos bajo la lluvia y coloquémoslo encima de aquella nube que desde abajo parece un osito, para seguir soñando siempre con un tu más un yo, con un nosotros.